Desde que llegó al país, Sergio Markarián se empapó rápidamente de la realidad de nuestro fútbol. Entendió que el nivel que mostraron en la copa Alianza, Universitario y Juan Aurich no guarda relación con el torneo local, que el universo de jugadores es reducido y que por lo tanto tendrá que optimizar la búsqueda.
En la última práctica el técnico uruguayo anunció que la selección utilizará el 3-4-3,pero también dijo que éste no será el único sistema que se manejará. La selección podría pararse así cuando sea local en Lima y tenga que enfrentar a rivales directos – Venezuela, Bolivia, Ecuador y digamos Colombia-; pero jugar de esa forma, con tantos espacios ante las selecciones mundialistas sería como ofrecerle el mentón a Mike Tyson.
Pararse con tres en el fondo requiere mucho trabajo. El arquero deberá jugar adelantado y los backs tendrán que tener una sincronización perfecta en sus movimientos para no quedar mal parados. Acasiete, Zambrano y Rodríguez serían los backs elegidos. Bien podrían hacer línea de tres o ser cuatro sumando a un lateral. Por los costados del campo tenemos a Roberto Guizasola (casi un indiscutido) y Jesús Rabanal quien, pese a sus problemas de temperamento y falta de confianza, cuenta con el visto bueno del estratega uruguayo.
La conformación de la primera línea de volantes será fundamental. El técnico tendrá que buscar una pareja de centrocampistas que combinen presencia y fútbol. De inmediato aparecen dos nombres: Rainer Torres y Josepmir Ballón. El volante de Universitario suma votos por su gran ubicación y por el criterio que tiene con la pelota en los pies, pero sus problemas físicos no le permiten terminar los partidos. Los rumores que acompañaron su paso por Cristal señalaban que después de cada choque pasaba más tiempo entre algodones que entrenando con sus compañeros.
Ballón está viviendo una etapa de aprendizaje en River. Juega algunos minutos porque Cappa prefirió tener en su lugar a Acevedo, un volante con menos despliegue pero con más quite que el ex San Martín.
Lo que queda claro es que en el fútbol peruano desaparecieron los volantes raspadores (Edwin Pérez está de salida), los combativos que por presencia y dureza le dan personalidad al mediocampo para que deje de ser una zona de libre tránsito. Algo así como Pablo Guiñazú, el volante argentino de Inter de Porto alegre.
Por potencia y pegada, Vargas será una de las salidas por izquierda. Por características y actualidad, Farfán es una opción para volantear por derecha. Maggath lo viene utilizando por ese sector así que no sería un trabajo desconocido para él. El puesto de enganche agoniza y los que juegan ahí (Mariño y Neyra) no tienen la dinámica que se necesita.
La visita a Europa aclaró las cosas. Pizarro tendrá la primera opción, detrás encontraremos a delanteros con distintas características. Guerrero, un atacante que es de gran utilidad cuando se tiene que buscar el partido. Rengifo, el de mayor olfato goleador (la pelota siempre lo busca) dentro del área. Fano es capaz de arreglárselas solo contra una defensa entera y Aguirre es un velocista que si pule su definición, será útil para el contraataque.
Tenemos pocas variantes, así que en cada movida Markarián tendrá que “sacar petróleo”. Total, para nosotros la eliminatoria ya es el mundial.
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