lunes, 22 de noviembre de 2010

Alumnos que no pasan de año




Se acaba la temporada, y la planificación, la responsabilidad y los rendimientos van colocando a los equipos en el lugar que se merecen. Tal vez por eso siempre relacioné a la temporada de fútbol con el año escolar.

Todos empiezan con gran expectativa aunque de antemano – salvo alguna sorpresa- se sabe quiénes pelearán por los primeros puestos. Pasa un corto tiempo y además de las confirmaciones se conocen a los alumnos de peor rendimiento, los que ocuparán los últimos puestos y los que posiblemente repitan el año.

El Total Chalaco hizo tan mal las cosas, que no llegó a diciembre con vida. Se podría decir que fue un alumno que no tuvo el respaldo de sus padres (que dejaron de pagar las mensualidades), y que en ningún momento se pudo dedicar exclusivamente a lo que tenía que hacer.

Sobre el final del año quiso reaccionar pero la angustia casi siempre juega en contra y entonces fue imposible recuperar un año en mes y medio. Se despidió de primera un equipo que empezó jugando con otro nombre en Arequipa; que trasladó su localía al Callao, que después se mudó a Huacho, y que en la última fecha podría jugar como local en Ventanilla.

Pero el Total chalaco no se irá solo a segunda división, porque tiene compañeros que también hicieron un pésimo año. Son tres equipos los que podrían pagar caro el abandono y el abuso dirigencial: Cienciano, José Gálvez y Alianza Atlético.

Los cuzqueños tienen que ganar en su próxima visita a Chiclayo para llegar con opciones a la última fecha; Gálvez, será local ante un durísimo C.N.I. (le tienen que descontar 4 puntos) que buscará el triunfo para no quedar comprometido y el equipo de Teddy Cardama recibirá al Sport Huancayo, que si bien es cierto no tiene porque pelear, siempre resulta complicado.

Cuando llega diciembre la mayoría de alumnos piensa en las fiestas de fin de año y en las vacaciones de verano. Pero siempre existen alumnos que para esas fechas llegan presionados y llenos de ansiedad por la incertidumbre del final. Presos de los nervios pueden cometer errores que los terminan por hundir más en el fango de la desesperación.

Así llegan estos tres equipos norteños, sacando cuentas y tratando de que al compañero que tienen al lado le vaya mal para seguir con vida. Me olvidaba, la única diferencia que existe en esta similitud, es que en el fútbol nadie se va a verano.

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