jueves, 23 de septiembre de 2010

Un clásico para fanáticos




Antes de animarse a ir a la cancha el sábado, le recomiendo que vea la tabla, y que entienda que su equipo – cualquiera de los dos – quedó sin opciones al título y que ahora más que nunca este clásico necesita de fanáticos.

Desde que se conocieron Universitario y Alianza, se miraron con respeto, pero también con bronca, por eso en el choque del fin de semana habrá mucho más que tres puntos en disputa.

Universitario tiene que ganar porque estará en casa con más de 40,000 personas forzando las gargantas por sus colores, porque esa misma gente siente que aún se puede pelear y que la mejor forma de hacerlo es dándole a su enemigo el último empujón hacia el abismo.

Pero Alianza también tiene que ganar para poder llegar a la Libertadores como dijo su técnico, y porque no hay un sabor más dulce que imponerse al enemigo de toda la vida en su cancha.

Hace mucho, pero mucho tiempo que no se ve buen fútbol, pero eso al hincha no le interesa. Lo único que quiere es ganar y si se logra de forma injusta, en los últimos minutos o hasta con un gol dudoso, la celebración es mayor porque ¡¡¡es un clásico!!! .

El choque del sábado será muy trabado, con mucha pierna fuerte. Para dejar de lado el frac y ponerse el overol. En el clásico no hay derrotas dignas ni victorias morales, porque en la historia sólo quedará registrado el nombre del ganador.

Las dos hinchadas estarán cara a cara, aferradas a sus colores y a sus estandartes. Por noventa minutos el país quedará dividido en dos. Si quiere vivir emociones fuertes vaya al monumental, pero si quiere ver un espectáculo, entonces, vaya al teatro.

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