jueves, 16 de septiembre de 2010

Un equipo antipático




Que nadie dude de que la victoria del Deportivo San Martín sobre Cristal le dolió a más de un equipo. Sí, así como lo lee, esa derrota la sintió Universitario, que un día antes superó con lo justo al Total Chalaco y se fue a dormir pensando en que la remontada era posible. Pero más le dolió a Alianza que no supo llevar al marcador la inmensa superioridad que demostró sobre Gálvez.

Para los tres grandes la primera fecha del grupo tenía que servir para acortar distancias con el líder, para pensar o hacer creer que en las instancias decisivas la camiseta y la historia se harían sentir ante los equipos con menos chapa. Pero eso no ocurrió y pese a que restan treces fechas para el final, da la impresión de que en el grupo impar la lucha será por el segundo lugar.

Desde ahora San Martín tendrá que pelear en muchos frentes; en la cancha ante sus rivales de grupo, pero también ante los medios, porque no resulta un equipo atractivo, simpático para la venta, y en pocas palabras malogra el negocio. Para nadie es un secreto que la gran mayoría de periodistas deportivos se animó a seguir la carrera por el amor a determinados colores, y en estas circunstancias aflora la simpatía y se mezcla con la necesidad de vender.

El equipo del Maño Ruíz es sólido, no necesita ni hinchada ni cancha propia para ser protagonista. Tiene un estilo definido, está convencido de su propuesta y en cualquier lugar trata de imponerla, aunque a lo largo del campeonato no haya podido superar a Universitario y Alianza, lo que genera cierto sabor de impotencia entre los clásicos rivales, porque esas victorias no impidieron que San Martín se les escapará.


El Deportivo Universidad San Martín tiene apenas seis años de fundado y en ese corto tiempo pudo zafar del descenso, para después, en base a orden y planificación lograr el bicampeonato 2007 – 2008, participar en dos libertadores y disputar su primera Copa Sudamericana (venció 2-1 a Emelec).

El equipo de Santa Anita tiene un experimentado técnico mundialista que es el Maño Ruíz, pero además cuenta con Leao Butrón, arquero de la selección; con Christian Cueva la mayor aparición del fútbol peruano en los dos últimos años y como si fuera poco disfruta de Hebert Arriola, el goleador del campeonato.

Es una institución seria y ordenada que va camino a ser grande, pero como todavía no lo es, para los demás resulta un equipo sin tradición, frío y antipático.

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